Los accesorios de piel de buena calidad tienen la ventaja de durar mucho tiempo. Al ser productos que usas frecuentemente y durante varios años, es natural que se ensucien y necesiten limpieza. Limpiar cuero es una de las preguntas más comunes entre nuestros clientes. Aunque la técnica básica es similar para muchos accesorios, cada tipo de cuero puede requerir un enfoque diferente.
Vacía completamente el bolso, retirando todos los objetos personales que puedas tener en su interior. Es crucial empezar con un bolso vacío para asegurarte de que puedes acceder a todas las áreas que necesitan limpieza. Si el forro interior es extraíble, sácalo y sacúdelo para eliminar cualquier residuo suelto. Tener un espacio de trabajo limpio y despejado facilitará todo el proceso.
Si no tienes un limpiador específico para cuero, puedes crear una solución limpiadora en casa. Mezcla agua con dos gotas de jabón incoloro para manos delicadas. Humedece un trapo suave con esta mezcla y escúrrelo bien para que no esté empapado. Limpia el interior del bolso con movimientos suaves y circulares. Si el interior está muy sucio, repite el proceso hasta que esté limpio. Asegúrate de secar el interior con un paño seco después de limpiarlo para evitar la acumulación de humedad.
Usa el mismo limpiador casero o uno específico para cuero. Humedece un trapo suave con la solución limpiadora y escúrrelo bien para evitar el exceso de agua. Comienza limpiando el exterior del bolso con movimientos suaves y circulares. Presta atención a las áreas con más suciedad o manchas. No frotes con demasiada fuerza, ya que esto puede dañar la piel. Si el bolso tiene detalles de metal o decoraciones, límpialos con cuidado para no dañarlos.
Después de limpiar el exterior, utiliza un trapo seco para eliminar cualquier exceso de agua. Asegúrate de secar bien todas las áreas, especialmente las costuras y los bordes, donde la humedad puede acumularse. Deja que el bolso se seque al aire en un lugar fresco y seco. Evita usar secadores, radiadores o exponerlo al sol directo, ya que el calor puede hacer que la piel se agriete o se decolore.
Una vez que el bolso esté completamente seco, es hora de aplicar una crema específica para cuero. Estas cremas ayudan a mantener la piel flexible y protegida contra el desgaste y las manchas. Aplica una pequeña cantidad de crema en un trapo limpio y frota suavemente sobre la superficie del bolso en movimientos circulares. Presta especial atención a las áreas que sufren más desgaste, como las asas, las esquinas y las zonas de mayor fricción. Deja que la crema se absorba completamente antes de usar el bolso nuevamente.
Después de aplicar la crema, deja que se absorba por completo. Este paso es crucial para nutrir y proteger la piel. Una vez que la crema se haya absorbido, puedes pulir el bolso con un trapo limpio para darle un acabado brillante y uniforme. Si notas alguna mancha persistente o desgaste significativo, puede ser necesario repetir algunos de los pasos anteriores o consultar a un especialista en cuero para una limpieza y restauración profesional.
Esto dependerá del uso que le des. Recuerda, mientras no lo utilices, guardarlo adecuadamente en una bolsa de algodón. Pero si utilizas tu bolso de forma diaria te recomendamos que trates la piel del mismo una vez cada tres meses aproximadamente. Y es que aunque suene a consejo repetido, prevenir es siempre mejor que curar. Si tu bolso está siempre nutrido y protegido con la crema específica para piel, raro será que se ensucie o necesite que lo lleves a un especialista en restaurar y limpiar el cuero.
Otro tip que te recomendamos es que no cojas tus productos de piel justo después de haberte puesto crema para manos, eso es directamente llamar a las manchas de grasa.
Siguiendo estos sencillos pasos, podrás mantener tus cinturones de piel limpios y en excelente estado, prolongando su durabilidad y asegurándote de que luzcan siempre como nuevos. No solo tus cinturones, sino también aprende a cómo limpiar tus zapatos y tus cinturones de piel.
