En Monpiel, estamos comprometidos desde el punto de vista social y medioambiental. Utilizamos materiales reciclados eco-friendly y trabajamos con pequeños talleres artesanales generando oportunidades de trabajo dignas y responsables. Nos aseguramos de que cada producto que fabricamos esté hecho con materiales de alta calidad, pensados para durar. Nos comprometemos a reducir nuestra huella de carbono y a trabajar con materiales de bajo impacto ambiental. Desde la elección de los materiales hasta el embalaje, cada parte de nuestro proceso tiene en cuenta el bienestar del planeta.

Creemos que cada compra debe ser consciente, por lo que fomentamos un consumo más responsable y sostenible. Te animamos a invertir en piezas que realmente necesites y que puedas disfrutar durante años, en lugar de seguir el ritmo de la moda rápida. Precisamente eso es la moda sostenible o slow fashion: es la manera de pensar, hacer y consumir la moda de manera consciente e intencionada, fomentando el cuidado de los procesos de producción, buscando asegurar la calidad de cada producto creado para que sean perdurables y sostenibles a lo largo del tiempo. Puedes conocer más sobre nuestro proceso artesanal de fabricación en nuestra web.

Principales características de la slow fashion

1. Calidad sobre cantidad

Se prioriza la creación de prendas duraderas, que no solo resisten al paso del tiempo en cuanto a su diseño, sino también en su estado físico.

2. Sostenibilidad ambiental

La slow fashion promueve el uso de materiales naturales, orgánicos y reciclados que tienen un menor impacto ambiental.

3. Moda atemporal

La slow fashion apuesta por piezas versátiles que pueden ser utilizadas durante años. Un ejemplo claro son nuestros bolsos de cuero, elaborados con auténtica piel, de una forma sostenible y promoviendo el tejido social de nuestro país.

¿Por qué es importante la slow fashion?

1. Reducción del impacto ambiental

La industria de la moda es una de las más contaminantes del mundo. La fabricación masiva de ropa a menudo implica el uso de grandes cantidades de agua, productos químicos y energía. Al optar por la slow fashion, estamos contribuyendo a reducir la demanda de producción desmedida.

2. Longevidad y menor consumo

El objetivo no es tener muchas prendas, sino invertir en calidad. Las prendas de buena calidad pueden durar años, lo que reduce la necesidad de compras constantes. Algo que no solo beneficia a tu bolsillo, sino que también contribuye a un consumo más responsable.

3. Estilo personal y único

La moda rápida, fomenta un estilo masivo y homogéneo. En cambio, la slow fashion te invita a cultivar un estilo personal, seleccionando piezas que te representen y que se adapten a tus necesidades.